lunes, 14 de mayo de 2018

[‪#DIARIODEVIAJE] Medellín, para el asombro

Medellín es una ciudad impactante, enorme, atractiva. Desde el aeropuerto, el servicio de combi es un buen recurso para trasladarse hacia algunos puntos estratégicos. Por un costo accesible, en aproximadamente media hora se puede estar en el corazón de Medellín. Casi más tiempo de lo que tarda un vuelo desde Bogotá.
Durante el recorrido desde el aeropuerto se puede observar mucho verde y también un amplio territorio poblado de casitas y edificios que se prolongan hasta donde alcanza la vista. Mientras el vehículo se desplaza por la cinta asfáltica, con la mirada procuro captar todo lo que veo. Recuerdo las palabras que me llevaron a incluir Medellín en mi ruta de viaje. Un año atrás, cuando no tenía siquiera planes de visitar la tierra de Juan Valdez, conocí a una turista colombiana mientras hacía una caminata a la cima de un cerro en Mendoza, en la región argentina de Cuyo. Ella no era muy adepta al ejercicio ni las caminatas, yo tampoco estaba en el mejor de los estados, por eso la subida nos costó muchísimo. La experiencia fue todo un desafío, y hablando de desafíos que teníamos por delante cada una con nuestros proyectos, ella dijo: "si podemos subir este cerro, podemos cualquier cosa".
Un año después ella estaba en Boston por una beca a la que había aplicado, y yo me encontraba recorriendo su ciudad. "Si podemos subir este cerro, podemos cualquier cosa", esa máxima me acompañó desde entonces.
La zona de El Poblad es un área residencial con espacios verdes, y muchos bares y restaurantes que cuenta con varias líneas de buses permiten una amplia movilidad. A pocas cuadras, el metro es una excelente opción para desplazarse a ciertos puntos de la ciudad de un modo rápido, por ejemplo la Plaza Botero.
En esa plaza, conocida también como de las Esculturas, se encuentran 23 enormes figuras realizadas en bronce por el artista Fernando Botero. Su gran tamaño, sus proporciones exageradas, son un sello característico que realmente asombra. El espacio es tan concurrido que las obras siempre están rodeadas de personas tomándose fotografías. También hay fotógrafos que ofrecen sus servicios a los paseantes que quieran llevarse un recuerdo del paseo. 
A pocos metros de allí el Palacio de la Cultura Uribe Uribe es otro sitio destacable. Esta construcción, que fue la sede de la Gobernación de Antioquía, es una construcción sumamente atractiva. Su interior puede ser recorrido en forma individual o a través de una visita guiada. Desde la terraza, se tiene una vista de otras partes del edificio, sus cúpulas y sus gárgolas, y también de la plaza que se prolonga más abajo, y de la ciudad siguiendo la línea del metro.
Frente a la Plaza de las Esculturas, el Museo de Antioquía es otro gran atractivo. Es uno de los más importantes del país. En su patrimonio alberga piezas de la colección de Botero y de otros artistas. Sus amplias salas requieren de tiempo para ser visitadas con minuciosidad.
Algunas iglesias y edificios públicos, así como la zona comercial llevan a conocer la diversidad y la riqueza de Medellín.
Con la línea del metro pueden visitarse otros importantes atractivos como el jardín botánico, el Parque Explora y su acuario, el Parque de los Pies Descalzos, la vieja estación del ferrocarril, la Plaza de la Libertad, entre otros sitios. El Parque Arví es uno de los más concurridos. Es un amplio espacio verde que se prolonga en los cerros y al cual se llega a través de la combinación de metro y cablecarril. Allí hay un sendero que se puede realizar con guía y que lleva a conocer una laguna muy bella y un mirador desde el cual observar la grandiosa de ciudad. En el camino pueden apreciarse algunas ruinas de antiguas construcciones, y también hay espacios para conectar con las tradiciones y la naturaleza. Dicen que pisando el césped y abrazando los árboles, la energía se renueva. Y por cierto que es así.
En el Parque hay también una feria de venta de productos naturales, de elaboración casera y también de productos varios. Hay también algunos otros senderos más breves y espacios gastronómicos donde almorzar diversos platos.
Otro lugar interesante para visitar es el Museo El Castillo. Este lugar queda en un sitio residencial. En la entrada, un letrero indicador apenas se muestra desde la calle que da acceso. Es un edificio construido al estilo de los castillos franceses de Loira cuya datación se ubica en 1930. Su historia, la de sus habitantes, y la de la colección que alberga en su interior, son sumamente interesantes. Las arañas, la vajilla, el mobiliario, son verdaderas joyas. Los jardines son, sin dudas, de una belleza increíble. Su diseño, el colorido de sus flores, el canto de los pájaros y el canto de las aves hacen del lugar un espacio mágico.
El Pueblito Paisa es otro lugar que parece sacado de un cuento. Es una recreación de un pueblo típico. El camino que conduce hacia él permite atravesar un bosque. En el pueblito hay construcciones típicas donde se venden artesanías, se ofrecen servicios de gastronomía, hay varios puestos de venta, un pequeño museo, y también un mirador que permite observar la grandiosa ciudad. El lugar es un pasaporte a un momento de recreación, de disfrute, de diversión.
Medellín tiene numerosos espacios para visitar, para conocer, para disfrutar. Desde una casa museo dedicada a Carlos Gardel, hasta un Parque de la Memoria para recordar la historia reciente, numerosas iglesias y ferias artesanales. En sus calles es habitual encontrar pequeños puestos de venta de comida que suelen atraer la atención de los transeúntes. En las esquinas, los jóvenes hacen piruetas al ritmo del reggaeton a cambio de unas propinas.
La ciudad de Botero es como sus figuras: es enorme y bella. En algunos puntos brilla como el bronce pulido por el paso constante de las manos que lo acarician. Como esas manos que tocan con vehemencia a las figuras regordetas, los medios de transporte que la circulan permiten descubrir su magia y su sorpresa. Es una ciudad hermosa que si puedes recorrerla, puedes con cualquier cosa.