miércoles, 22 de junio de 2016

[#INFOTURISTICA] Qué visitar en Iguazú

Las Cataratas, ubicadas en el Parque Nacional, es el principal atractivo turístico que tiene Iguazú. Tanta es la fama de los saltos de agua que generan la movilización masiva de turistas que cada año las visitan. Entre las votaciones de todo el mundo, las Cataratas fueron seleccionadas como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Las estadías por lo general son breves, y suficientes para visitar las Cataratas del lado argentino y del lado brasilero, más alguna excursión como las minas de Wanda y las Ruinas de San Ignacio.
Sin embargo, para quienes piensen en pasar un rato más en destino, las sugerencias son varias.
En principio, la recomendación es aprovechar el segundo día al 50% e ir los dos días seguidos al Parque Nacional del lado argentino. El lado brasilero tiene una linda vista, pero a mi me resultó menos atractivo y para el bolsillo local, más caro.
Para visitar el Parque del lado argentino, el costo del pasaje del bus es de 130 pesos ida y vuelta. Hay frecuencias cada 20 minutos y se puede tomar en la terminal, pero no es necesario ir hasta allí porque hay otras paradas.
El bus a las Cataratas del lado brasilero sale 40 pesos por tramo y también se toma en la terminal.
En la misma terminal se pueden tomar buses a Foz, para los que quieran conocer la ciudad limítrofe brasilera o también para Ciudad del Este en Paraguay, para quienes pretendan ir a hacer compras. Si bien hay excursiones o se pueden contratar remises o taxis que lleven y guíen en la ciudad paraguaya, los buses suelen ser más económicos y ofrecer mayor independencia. No obstante, el aglutinamiento de gente y los hechos delictivos son atenuantes a favor de contratar un servicio con guía para evitar pasar un momento desagradable.
El Hito Tres Fronteras es un punto de visita obligado. Caminar por la costanera lleva irremediablemente a ese punto donde se observa el río y la convergencia de los límites de Argentina, Brasil y Paraguay. Durante el día es una opción para caminar y observar el paisaje. Durante la noche se aprecia el espectáculo de luz, sonido y aguas danzantes. Es una atracción gratuita que bien vale la pena. Algunos locales comerciales ubicados allí mismos, son una buena opción para adquirir algunos recuerdos.
El Jardín de los Picaflores es un curioso atractivo que consiste en poder observar de cerca a estas diminutas y coloridas aves. En el jardín de una casa, algunos bebederos con polen sirven de imán para que los colibríes visiten el lugar y lo llenen de su energía, rapidez y tonalidades. Es un paseo para pasar un rato observando las aves, para quienes gusten de esa actividad es una grata experiencia. Se paga una entrada accesible, y queda a pocas cuadras del centro.
La Aripuca es una trampa gigante que atrapa a los turistas. Es una construcción de madera de una recrea en tamaño extra large la trampa que los antiguos pobladores utilizaban para capturar a sus presas. El sitio se convirtió en un parque temático donde además se puede comprar artesanías y degustar comidas típicas. Se ubica en el km 4 1/2 de la Ruta Nacional 12. Las visitas son guiadas, y el costo está incluido en el valor de la entrada. Funciona de 9 a 18, todos los días.
Para los amantes del cicloturismo, hay sitios que pueden visitarse en bicicleta. Las comunidades aborígenes situadas próximas a la ruta, en el km 5, serían una opción interesante para acercarse a las tradiciones y cultura de los pobladores originarios. También está la amplia costanera y el recorrido hacia las áreas más rurales. Para quienes gusten del turismo aventura, las opciones para hacer recorridos individuales son varias, pero también hay agencias que ofrecen circuitos guiados por la selva. Otra excursión de aventura es la que se ofrece para experimentar la selva de un modo diferente con actividades como canopy, rappel y trekking. También hay opciones de cabalgatas.
A un par de cuadras del Hito Tres Fronteras se encuentra el Orquideario del Indio Solitario, donde pueden apreciarse orquídeas de las especies más variadas.
Para las compras, las visitas a la zona franca donde se encuentra el Duty Free Shop es una opción atractiva. En el centro de la ciudad hay locales para la compra de recuerdos, y sobre la Avenida Brasil se encuentran restaurantes y donde se concentra la movida nocturna.
El bar de hielo, ubicado sobre la Ruta Nacional 12 es uno de los sitios más atractivos y difundidos entre quienes visitan la ciudad.
El Parque Nacional con las Cataratas es el principal atractivo de Iguazú, sin embargo, vale la pena tomarse unos días más para permitirse conocer un poco más el lugar, las tradiciones y su gente.

domingo, 12 de junio de 2016

[#BIBLIOTECAVIAJERA] El Síndrome de París, Aniko Villalba

El segundo libro de Aniko Villalba es un relato profundo de un viaje que comienza con un deseo y que se desenlaza en un momento de sensibilidad extrema donde todos los sentimientos profundos se revolucionan en un itinerario de postales personales y paisajes variados.Se inicia en Buenos Aires, se desarrolla en algunos destinos de América para finalmente cruzar el Atlántico y encontrarse en Europa. Es un viaje largo por diferentes geografías y experiencias que transita por un mapa donde las raíces se entrelazan con historias que hablan de una conexión intensa con los seres queridos, con el pasado y también como una forma de alcanzar mayor visibilidad para el futuro.
Viajar como forma de vida, como una rutina conquistada no sin esfuerzo a la cual no se quiere renunciar pero que así como tiene sus pro también tiene sus contras. Y esa contradicción entre lo que genera agrado y su contracara lleva a la reflexión, a barajar y dar de nuevo, a seguir intentando.
El relato del viaje es en sí mismo interesante. Pero es mucho más interesante todas las aristas que se muestran de la vida del viajero. Quedan al descubierto sensaciones que a veces quedan solapadas por las vivencias experimentadas en los destinos, pero que hablan del cúmulo de sentimientos que habitan en un ser itinerante que se hace y reconstruye en el camino.
El viaje es maravilloso, pero a veces no lo es tanto. Hay lugares que son supremos y otros que decepcionan. Pero acaso no sea responsabilidad del lugar, sino de las circunstancias que acompañan al viajero. Entonces es necesario cambiar el enfoque para que la mirada sea diferente y la percepción cambie. Pero a veces también los lugares decepcionan porque crecieron tanto de cara al turismo, que dejan entrever la actividad de recibir a los viajeros como una neta transacción económica. En ocasiones también influye el factor suerte, o qué tan atento o desatento esté uno para advertir o dejar pasar algunas cuestiones.
El viaje es una revolución interior. Es un estilo de vida que tiene sus rutinas, sus rituales, que demanda esfuerzos, sacrificios que involucran a los afectos. Todo eso desnuda Aniko. Todo eso comparte. Parte del periplo fue recorrer territorios, y otro tanto fue recorrer recuerdos. Conectar el pasado con el presente. Permitirse andar de un lugar a otro, viajar lento, reflexionar mucho, conectar con uno mismo, con los propios deseos, fijar una meta, ir por ella y permitirse recalcular cuando sea necesario.
Aniko tiene un relato tan fluido, original y entretenido, que es imposible no sentirse parte de la historia que relata. Sus descripciones abundantes, precisas, que uno termina por visualizar mentalmente las formas, los colores, los aromas, el tacto, los sabores, los sonidos. Es su forma de compartir las vivencias. Es el pasaporte a acompañarla en su itinerario.
El libro, en formato impreso o digital, se consigue a través del blog de Aniko Villalba