Costa Rica se caracteriza por ser un importante destino ecoturístico. La naturaleza, el sol, sus playas, sus volcanes, son sus grandes atractivos.
Cuando cursaba Turismo en la facultad, muchas veces habíamos hablado, estudiado, leído sobre el desarrollo turístico en Costa Rica. Por ese entonces, me resultaba un lugar bien remoto, y casi que no entraba en mi universo de posibilidades conocerlo realmente, aunque sí me resultaba interesante poder hacerlo.
Tiempo después, en un viaje a Perú, conocí a una persona de Costa Rica, y la posibilidad de conocer ese país se me hizo más cercana, más realista. En eso pensaba mientras por la ventanilla del avión observaba una geografía caprichosa y desconocida, con sus montañas, sus volcanes y dos océanos bordeando sus costas.
Llegué a San José, la capital, al atardecer. Desde el aeropuerto, tenía que tomar un bus hasta el centro de la ciudad. Estaba un poco desorientada y una mujer que percibió mi incertidumbre se ofreció a acompañarme a la parada de buses. Al mismo tiempo que acepté su ayuda, un poco desconfié porque razoné que mi inseguridad me convertía en un blanco fácil. Sin embargo, la mujer me dio una enorme lección de solidaridad y buena onda. Me preguntó de dónde era, y cuando le dije que de Argentina, enseguida me habló del choripan y de Boca. Después, me ofreció unas monedas para que pudiera pagar el pasaje ya que me dijo que de lo contrario iban a cobrarme una tarifa más cara.
Subí al bus con destino a San José, pero el horario era el peor para transitar por la zona, con lo cual, por tramos, era como andar a paso de hombre. El chofer me indicó dónde bajarme. Ya era de noche y no tenía idea de cómo manejarme en el lugar. Pregunté a unos choferes de taxi y desconocían la dirección que les daba. Eso aumentaba mi preocupación e incertidumbre. Sin embargo, llegué bien, sana y salva.
Al día siguiente, el free walking tour fue el encargado de llevarme a recorrer los principales hitos de San José. El paseo comenzó en el Teatro Nacional, una joya arquitectónica, y uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Luego, visitamos la Catedral, el mercado, construcciones características y también degustamos café en una cafetería temática. El tour demandó varias horas, y casi al finalizar, se largó un aguacero muy intenso. Pero al rato, ya estaba saliendo nuevamente el sol.
La experiencia de conocer San José, es tan interesante como lo es conocer cualquier ciudad capital. Sus principales atractivos están en los edificios, las expresiones culturales, la impronta religiosa. Pero sin dudas, su mayor valor radica en que es un importante punto de conexión hacia los destinos más diversos del país. Tiene varias terminales de buses desde donde se puede visitan destinos más lejanos, pero también hay buses semi urbanos para visitar los alrededores.
Desde San José, una de las excursiones bien típicas y tradicionales, es la visita al Volcán Irazú. Con una amiga que conocí en el hostel, nos pusimos de acuerdo, y nos organizamos para tomar el bus que nos llevaba al Parque Nacional Irazú.
El bus sale puntual desde la zona del Teatro Nacional, y en su recorrido circula por áreas rurales que ofrecen un paisaje muy bello. Me asombró la presencia de tantas plantaciones de cebolla y otros cultivos como zanahoria y papas, además de algunos frutales.
Llegamos al Parque donde debimos pagar el acceso cuya tarifa estaba diferencia entre los nacionales y los extranjeros. Las pasarelas nos llevaban a recorrer los miradores que daban a los cráteres del volcán. Sin embargo, en ese preciso momento, el cielo se mostraba nuboso, con una importante neblina que impedía observar justamente lo que fuimos a ver. Recorrimos la zona, cubierta de arena volcánica, observamos la vegetación y nos quedamos un rato esperando a que el cielo se despejara. La misión parecía imposible, porque contrariamente a lo esperado, la visión se reducía cada vez más. Pero todo tiene su recompensa. Así que al cabo de un rato, como si se tratara de un milagro, el cielo se abrió, el sol iluminó la laguna de agua turquesa y todos los que estábamos esperado observar el cráter nos sentimos felices del regalo que teníamos frente a nuestros ojos.
El bus en el que habíamos llegado, era el mismo que nos llevaba de regreso. Así que lo tomamos, pero decidimos bajar en Cartago, un pequeño poblado que entre sus atractivos tiene una Iglesia imponente, llena de ornamentaciones donde se observa el sincretismo religioso, con una intensa manifestación de fe por parte de los fieles. Después visitamos las ruinas de un templo inconcluso, con sus bellos jardines, recorrimos la estación de trenes, y el mercado. Sin embargo, ya por el horario, muchos de los puestos estaban cerrados y el ambiente circundante era bastante intimidante.
Fuimos a la terminal y desde allí, tomamos un bus con destino a San José. Fue una jornada intensa, agotadora. Degustamos platos típicos, caminamos, observamos bellos paisajes. Ese fue mi último día en San José. Al día siguiente partiría con destino a conocer otra parte de ese bello territorio.
La postal de San José fue la primera que capté en mi estadía en Costa Rica. Después de conocer otras zonas de gran belleza paisajística, entendí por qué muchos me habían recomendado no permanecer en la ciudad. Como en cualquier otro distrito federal, están las sedes administrativas, las principales empresas, el trajín rutinario de las personas que caminan con prisa. Es una forma de zambullirse en la dinámica de otra cotidianeidad, donde los demás van apurados, y una recorre esos mismos espacios en cámara lenta.
Si alguien tiene interés en visitar Costa Rica, el paso por San José termina siendo necesario para desplazarse hacia otros sitios. Depende de los días con los que se cuente, la realidad es que el país centroamericano tiene muchos lugares hermosos y más apacibles para disfrutar. Como la naturaleza y las playas son su principal patrimonio, lo ideal es poder aprovecharlo todo al máximo.
Sin embargo, un dato a tener en cuenta, es que Costa Rica es un país caro. Tanto para extranjeros como para locales, la percepción es que la estadía es costosa. Si bien se puede ahorrar haciendo excursiones por cuenta propia, o evitar comer afuera, y cualquier gasto superfluo, lo cierto es que llevando cualquier producto o servicio al equivalente en dólares, se necesitan mayores recursos que para visitar otros países. Sin embargo, el costo lo vale. La experiencia es agradable tanto por la belleza del paisaje, cuanto por las actividades y cuidado de la naturaleza como por la amabilidad de la mayoría de las personas.
¿Estuviste en Costa Rica? Podés contarnos tu experiencia.
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San José |
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Catedral San José |
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Parque Nacional Irazú |
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Parque Nacional Irazú |
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Parque Nacional Irazú |
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Parque Nacional Irazú |
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Cartago |
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Iglesia de Cartago |
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Iglesia de Cartago |
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Iglesia de Cartago |
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Ruinas de Cartago |
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Ruinas de Cartago |
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Ruinas de Cartago |
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Ruinas de Cartago |
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Cartago |
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Trenes Cartago |
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