lunes, 23 de enero de 2017

[‪#‎DIARIODEVIAJE‬] Diez cosas que sí me gustaron de Valparaiso

Las experiencias de viaje son siempre subjetivas. Y en la variedad, el aporte es enriquecedor. Hay sitios que podrán encontrar opiniones más coincidentes que otros, pero la experiencia vivida corresponde a cada quien. Por supuesto, la idea nunca es desalentar la visita a algún lugar, sino aportar una mirada personal y que sirva como una referencia más entre otras tantas.Los viajes nos permiten conocer lugares, personas, culturas, y además, como actividad, el turismo genera una serie de impactos positivos que tienen que ver con la revalorización del patrimonio, con la redistribución de la riqueza, con la generación de empleos, entre otras cuestiones. También hay impactos que son negativos, y que bien trabajados podría lograrse que su efecto sea menor, prevaleciendo los efectos positivos.
Una ciudad como Valparaiso genera algo. No es una ciudad que pueda pasar indiferente a la mirada de nadie. Algunos la amarán, otros la rechazarán, o encontrarán un sabor intermedio entre ambos extremos, pero eso sí, no va a pasar indiferente.
Así como encontré en Valparaiso algunas cosas que no me gustaron, hubo otras que llamaron mi atención y me gustaron. Pero como todo, es una visión subjetiva. Cada uno hará su experiencia. Aquí mi listado.
1) Es una de las ciudades más importantes de la costa chilena. Es tan particular, que fue declarada por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad. Sus edificios históricos, sus rasgos arquitectónicos, son parte de su tesoro. Sin dudas, uno de los principales motivos para conocer la ciudad. Recorrer sus calles, encontrarse con fachadas tan similares y diferentes a la vez, genera curiosidad y asombro.
2) Su ambiente bohemio impregnando su rutina cotidiana. Su dinámica porteña le dio una impronta particular. En sus calles se respira un aire distinto. Territorio de poetas, intelectuales, creativos. Historia, tradición, cultura. Sus muros hablan, las letras fluyen al compás de una musicalidad que es propia. Una atmósfera especial que se esparce en cada lugar de esa ciudad que se desarrolló espontáneamente.
3) Sus principales puntos de interés turístico pueden visitarse por cuenta propia. Caminar es la opción más frecuente, pero si no, están las micros, o incluso los taxis compartidos, a los que llaman colectivos, o inclusive el trolley, un medio de locomoción considerado de los menos contaminantes. Entre los sitios de interés turístico se encuentran el Palacio Baburizza, donde funciona el Museo Municipal de Bellas Artes, el Museo de Historia Nacional, el Museo Marítimo Nacional que está muy cerca del Paseo 21 de Mayo. También las Iglesias son sitios de interés entre los que se destacan la Catedral, la Iglesia Luterana, la Iglesia Matriz, la antigua cárcel reconvertida en un Centro Cultural con actividades diversas, el Puerto, incluso el Mercado las plazas donde nunca falta una actividad cultural o una muestra temporaria. Hasta es posible encontrar museos al aire libre, como el de los murales y el del adoquín.
4) Relacionado con los puntos anteriores, La Sebastiana, la Casa Museo de Pablo Neruda, no hace más que reforzar la importancia de la ciudad, de su mística, de su esencia. A la casa se puede llegar a pie o en colectivo. También hay quienes eligen un tour. Como quiera que sea, la casa está situada en un lugar con una vista privilegiada de la Bahía y sus alrededores. La sensibilidad del poeta lo llevó a elegir aquel sitio como uno de sus refugios, y es imposible no sentirse sensibilizado por eso. La elección de Neruda le otorga un plus de simpatía a la ciudad, a ese azul que se despliega más allá y a la dinámica porteña. En sus cercanías, las casas vecinas juegan con frases y colorido, y los puestos de venta de recuerdos mezclan íconos de la vida porteña con la imagen del poeta. Todo eso es parte de una mística especial.
5) Los puntos panorámicos permiten miradas de la ciudad desde distintos ángulos. Y llevan a contemplar el mar azul profundo que se extiende más allá hasta perderse en el horizonte. Los Paseos Atkinson, Gervasoni, el Yugoslavo, 21 de Mayo, están entre los más concurridos. Desde allí se observa, y también se viaja. Con la vista puesta en los detalles de los alrededores, y el infinito en el que se pierde la vista, la imaginación vuela, y los pensamientos juegan con las gaviotas que de tanto en tanto sobrevuelan el cielo haciéndose presente con sus graznidos. Son postales que se registran en la retina y en el alma, y a veces, también en las cámaras. He visitado los miradores en distintos momentos del día. En las noches frescas, la iluminación de la ciudad, el reflejo de las luminarias en el agua, han sido momentos de contemplación que he atesorado. También son sitios que eligen los enamorados para declararse su amor. Así como en algunos puentes se han encontrado candados con los cuales las parejas dejan testimonio de su entrega y pasión, las rejas de los miradores también han servido de soporte para esas manifestaciones de amor. Sentimientos expresados frente a ese azul marino, a ese puerto que seguramente guardará un sinnúmero de historias fugaces e intensas, de recuerdos y de olvidos. Son puntos panorámicos, pero que invitan a ver mucho más allá.
6) Los ascensores o funiculares, como un rasgo característico de la ciudad son muy atractivos. Hay varios distribuidos en puntos estratégicos de la ciudad. Para los lugareños son parte de su cotidianeidad, para los viajeros son un lugar de visita obligado. Alternativa a las escaleras, los funiculares son un medio de locomoción para facilitar el ascenso y el descenso, pero esencialmente configuran un rasgo típico y distintivo de la ciudad. Tanto, que hasta los muros hablan de ellos. Son parte del paisaje. Son característicos. Simbólicos. Tradicionales. Aunque el viaje dure un instante, genera cierta expectativa y emoción.
7) El puerto es parte de la identidad de Valparaiso. Su presencia fue vital para el desarrollo de la ciudad. Es un puerto importante, y hay proyectos de ampliarlo aún más. Su rutina de grandes embarcaciones y contenedores, no anula, sin embargo, la posibilidad de salir a hacer un recorrido en lancha colectiva. El paseo por la Bahía lleva a recorrer algunos puntos de interés, desde donde se ofrece una vista de la ciudad desde el mar. El paseo es atractivo, pero sin embargo, lo que más me llamó la atención, fue observar la dinámica del ofrecimiento del paseo a los turistas. Es como un ritual donde los argumentos para captar pasajeros van variando creativamente. Varias veces volví a observar esa ceremonia. El Paseo del Puerto, además, permite visitar algunos puestos de venta de recuerdos, y también comer algo.
8) Los murales. El colorido de las fachadas ya es muy llamativo de por sí. aún si no tienen imágenes tatuadas en sus muros, atraen. Son pintorescas. Pero como si eso no fuera lo suficientemente atractivo, existen los murales. En las paredes artistas callejeros se expresan y lo hacen en toda la ciudad. Dejan su marca en cuanta pared encuentren apropiada para ello. No se trata solo de dibujos, se trata de mensajes y de artistas que trabajan en solitario o en conjunto. Tienen una identidad que a veces se replica en una serie, que abordan temáticas de interés social y cultural e incluso ambiental. En sus murales pueden encontrarse relatos que hablan de la necesidad de tomar conciencia sobre el cuidado de la naturaleza, de la riqueza natural antes que la económica. Dejan al descubierto problemáticas sociales que tienen que ver con la falta de comunicación, con la omnipresencia de los dispositivos electrónicos. También habla de sí misma. Valparaiso se reproduce en sus muros. Una autorreferencia inevitable, y necesaria. Las paredes hablan, cuentan historias, expresan opiniones, se rebelan, y al mismo tiempo embellecen la ciudad. Y proponen un juego de lectura e interpretación, de identificación de artistas que es no sólo entretenido sino curioso.
9) Los tours por propinas.Esta modalidad de tours que en otros sitios es cuestionada y genera polémica, en Valparaiso no sólo es aceptada sino también difundida. Estos tours ofrecen diversos recorridos, en los cuales se cuentan las características de cada lugar y se comparten sus historias. Son recorridos con temáticas bien delimitadas, y que tienen una duración amplia, lo cual les permite ser exhaustivos en los detalles. El hecho de que sean por propinas, implica que no tienen un precio establecido, pero no quiere decir que sean improvisados. Los guías se distinguen por el color de sus remeras y hay distintos tours por día. Es una buena iniciativa y un buen recurso para recorrer la ciudad y aprender acerca de ella.
10) La amabilidad de las personas. Esto es fundamental. La realidad es que siempre me he encontrado con personas muy amables que se han prestado a ayudarme y facilitarme información, a guiarme y darme sus recomendaciones. Este factor es fundamental en cualquier lugar que uno visita. A veces no se obtiene la misma respuesta. Pero las personas con las que tomé contacto en Valparaiso, mostraron la hospitalidad, la gentileza y la cordialidad como parte de su esencia y por supuesto, sumaron su cuota para una experiencia enriquecedora.
Así como hubo cosas que no me gustaron de Valparaiso, hubo otras que disfruté mucho. La posibilidad de andar libremente, de hacer los recorridos por mi cuenta, visitar sus lugares más emblemáticos no necesitando más que el andar de mis pies, o cuando me sintiera cansada, encontrar varias modalidades de transporte que me faciliten la circulación, ha redundado en un viaje que no sólo me permitió un acercamiento a la ciudad, sino también la posibilidad de recorrerla a bajo costo.
Mi estadía en la ciudad se prolongó por más días de los que había pensado. Eso tuvo que ver con la necesidad de recorrerla y de descubrirla. Nos fuimos aceptando lentamente, y me fue cautivando de a poco. Su ambiente me fue envolviendo, su colorido me maravilló y me llevó a jugar secretamente con sus tonalidades, a leer sus paredes y a observar sus detalles. No me enamoré de ella a primera vista como me dijeron, pero fue un cariño sincero.
¿Visitaste Valparaiso? Compartí tus recomendaciones y experiencias.


















1 comentario:

  1. A mi me parece una mierda de ciudad absolutamente sobrevalorada, llena de basura y delincuencia. Slds

    ResponderEliminar